Micaela había llegado a un pueblo con el patrón Anselmo. La traía de la isla Blanca, donde vivía con su abuelo. No había tenido una infancia normal, ya que en esa isla sólo estaba su abuelo Manuel, el farero. Cuando llegó al colegio no se sentía muy a gusto. Su profesora, Adelaida, la presentó a toda la clase. Como no sabía jugar a nada decidió volver con su abuelo a la isla. Se escapó en una barca y como veía que la seguían se tiró a bucear. Josefo pensó que se había ahogado y se tiró él también. Pasó un tiempo con su abuelo y el tío Andrés que era el que les llevaba la comida todos los meses. Un día apareció con su gata Zampa a la que Micaela quería. El abuelo se la robó al tío Andrés sin que éste se diese cuenta. Micaela se quedó a Zampa, que tuvo tres gatitos, pero uno murió ahogado, entonces enseñó a nadar a sus gatos.
Después de un tiempo se dieron cuenta de que el tío Andrés no volvía y en su lugar fue el patrón Anselmo a darles la mala noticia de que había muerto. Volvió al pueblo donde Camila Ros le enseño a jugar a cambio de que ella le enseñase a cocinar y le contó que sus gatos sabían nadar pero no se lo creía.
En verano todos fueron a la isla Blanca de campamento donde jugaron a piratas y se lo pasaron genial.
Nos ha gustado porque es una muy buena idea la historia de este libro. José Luis Olaizola (el escritor) tuvo mucha imaginación. Nuestra parte favorita es cuando se van todos los niños de campamento a la isla Blanca.
También nos ha gustado el final porque es muy divertido. Nuestro personaje favorito ha sido Josefo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario