Era una tarde de un domingo y mi madre me llevó a una feria. No había nada que me interesase, pero vi un puesto en el que vendían peces de colores.
Mi madre me compró un pez con la cola multicolor. Lo llevé a casa y lo metí en la charca con otros peces.
Al día siguiente fui a ver mi nuevo pez, que se llamaba Taxi y ¡Oh, sorpresa! creo que está siendo devorado por una culebra de agua. Comencé a gritar como una loca llamando a mi padre que vino corriendo a ver qué pasaba. Cuando vio lo que ocurría cogió un palo y la golpeó hasta que soltó el pez pero ya no había nada que hacer. Eso sí, mi padre acabó con ella partiéndola a la mitad.
VGR - 6ºEP
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